La ruta comienza a la altura de las fincas/caseríos propiedad de la familia Cano. |
Tras discurrir por caminos rurales públicos y atravesar un olivar, ascendemos por un camino forestal en buen estado de conservación bordeado por durillos, jara, chaparros... |
Otra instantánea tomada desde el Castillo del Névalo. |
Las últimas lluvias y la humedad que casi todo el año persiste en la umbría de este cerro nos ofrece un contraste de colores típico de esta época. |
Sangre vegetal. Instántanea de resina congelada por las bajas temperaturas de estos días. |
Las briofitas (musgos y hepáticas) son los elementos botánicos que dan colorido al paisaje en Otoño e Invierno. |
Briofitas. |
Las Pteridofitas (Líquenes) cubren fustes, ramas, y rocas constituyendo el otro relemento de color del paisaje. |
Aunque presentes todo el año, es en esta época de mayor humedad cuando los líquenes desarrollan su fase reproductiva, exhibiendo unos organos denominados Sorelios. |
Imagen de la fructificación del Viborno o Durillo, que se puede observar en esta época en dicho sendero. |
A medida que descendemos hacia el curso del Névalo, es evidente que el Otoño-Invierno ha despojado de su follaje a algunos pies del género Quercus. |
Sin embargo el pinar (P. pinea) está frondoso y colorido en esta época del año en la cual también se produce la recogida de su fruto: la piña o estróbilo. |
Espectaculares en esta época son las variantes de los colores amarillos y rojos, ausentes el resto del año. En esta imagen hojas de Quercus. |
Es en esta época, y cuando las temperaturas se lo permiten, que vemos las evidencias de la actividad de la oruga procesionaria. |
Las acículas cel pino son el alimento de estas orugas. |
Aunque con un otoño seco, las últimas lluvias nos permiten observar todavía algunas setas. Escleroderma una vez esparcidas las esporas. |
Entre la hojarasca y en las cercanías de los arroyos encontramos también algunos de los denominados " peo de lobo". |
Espectacular colorido de Tremella mesenterica, un hongo gelatinoso que saprofita la madera. |
Llegamos al cauce del Névalo, que baja en estas fechas con el agua recogida del Zurianco y los diferentes arroyos del estos parajes, y podemos disfrutar del sonido y espectáculo del agua. |
Ya en el cauce, dejamos Quercus y pinos en un segundo plano, y son los viejos Fresnos los que sujetan la tierra de las orillas y dan sombra en Primavera -Verano. |
La espuma que genera el agua en su entrechocar salvando desniveles producidos por la presencia de formación rocosa atrae siempre nuestra atención. |